EL MACHO NEGRO EN UNA ORGÍA

No podrás decir nunca que no te gusta mamar, aunque parezca que le haces ascos.

Cuando hay tantas lanzas dispuestas a mancillarte la boca.

Y todos éstos tíos, queriendo follarse tu culo.

No sé qué es lo que estás esperando.

¿Ves qué bien? Ya te están dando por culo.

Y eso que, al parecer, ibas de macho. Ibas de chulo.

Y anda que no te gusta, llenar de semen tu cara.

Por eso sigues mirando, esperando que caiga más.

Y no te cortas ni un pelo, ¿verdad?

Claro, es cierto ¿cómo te vas a cortar?

EL KABRÓN QUE TE MAMÓ LA POLLA

Joder, macho. Menudo cebollazo que llevo encima.

¡Venga. Vamos a brindar!

¿No te lo pasas bien conmigo?

-Te lo puedes pasar aún mejor...
-Joder, ¿me estás metiendo mano?

-Venga, hombre. No te hagas el estrecho.
-Es que a mí me van las tías...

Si estamos los dos sólos. ¿Quién se va a enterar?

-Es que estás más rico...
-Joder tío, pero ¿qué haces?

-Anda, déjame ver tu polla.
-¡Quita, que no quiero, joder!

-Por favor. ¡Que te digo que no quiero!
-Calla, calla. Ya verás cómo te va a gustar.

No puede ser que me esté pasando esto.

¡El kabrón éste me está mamando la polla!

¡Joder, qué bien lo haces! Así, no pares ¡Uff!

"No lo sabes tú bien. Por fín has caído."

Ahora me la vas a meter en el culo.

¡Vamos, clávamela!

No sé qué estoy haciendo...

"Voy a echar un trago. ¡Le estoy dando por culo a un tío!"

-¡No pares de follarme, kabronazo!
-¡Hostia, qué culo tienes!

Ahora me la vas a chupar hasta que me corra.

¡Eso es. Abre bien la boquita...!

EL UNDERWEAR

Me vas a comer la polla.

Claro, tío.

Te podías cambiar de gayumbos más a menudo, ¿no?